Si tendría que elegir un fecha para cifrar el máximo esplendor del otoño elegiría este fin de semana. Los últimos días fríos y despejados han despertado los colores que quedaban por salir en las hojas y las heladas no han sido tan fuertes como para hacerlas caer. El día 1 visité Iturraran y faltaban colores otoñales, 20 días después brillaban el rojo, naranja y amarillo.
En Igeldo el cambio ha sido mucho más discreto, prácticamente no ha habido cambio de color. Las especies de Igeldo como el fresno, avellano, aliso no dan tonos muy vistosos en otoño, casi es más una perdida de brillo o decoloración que un cambio. Los hongos atacan las hojas y las van dejando con manchas marrones o negras, y de ahí pasan al suelo. Quizás los árboles con otoño más vistoso son los abedules, cerezos y castaños pero quitando estos últimos que siguen manteniendo hoja, los dos primeros muestran ramas casi desnudas.
Las abejas siguen zumbando entre las últimas flores de la hiedra. Ya no queda ninguna manzana en los árboles.
En Mungia los robles están a un 40% de cambio de color y han perdido un 10% de hoja. Este año la producción de bellotas ha sido la mayor que haya visto en al zona. Sigue habiendo Crocus en las campas.
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