23 de Septiembre de 2016
El otoño comienza a dar pequeñas pinceladas con tonos ocres y rojizos al jardín botánico. Los rojos y rosas más brillantes pintan los frutos que cuelgan de los rosales, acebos, cornus, viburnum, ...
Va emborronando con verdes apagados y grises los tonos azules y rosas de las flores de las hortensias.
Pinta aquí y allá alguna pincelada de naranja, rosa, granate, ...
Los cercidiphyllum agradecen sus nuevas galas doradas expandiendo un delicioso olor a azúcar quemada.
Los arces japoneses se resisten a abandonar el verde, aunque algunos parientes comienza a cambiar de color sin esperar al resto de la familia.
Las últimas flores del verano, más fragantes que nunca, ignoran la llegada del otoño e indiferentes, se mecen tranquilas con la brisa de la tarde
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