En estos días estamos viviendo el cénit del otoño: momento de máximo colorido en las hojas de los árboles caducifolios. Adelantado con respecto al año pasado y con colores más brillantes. Un octubre entre normal y frío en cuanto a temperatura, y de normal a muy húmedo en cuanto a precipitación ha provocado que el cambio de color se produzca unos días antes que el año pasado, que fue más cálido y seco.
En la zona de Igeldo, el cambio de color no es muy notable. El viento ha arrancado las hojas en las zonas expuestas casi por completo a fresnos, higueras, saúcos, nogales. Mantienen entre un 20 y un 30% los avellanos, abedules, arces. Con el follaje aún verde y pocas hojas caídas siguen los alisos. Las falsas acacias mantienen un 50% y los castaños tienen más del 50% de hojas con cambio de color.
En Mungia los robles no llegan al 50% de cambio. A finales de octubre aparecieron los primeros Crocus en el bosque.
En los árboles de paseos y avenidas como tilos, liquidambar, tuliperos, ginkgos, arces japoneses, el otoño ha sido muy colorido, más que el año pasado porque gracias a la humedad del suelo, las hojas se han mantenido hasta alcanzar el máximo en el cambio de color. Las noches algo frías de comienzos de noviembre, con días soleados, propiciaron la aparición de estos tonos otoñales.
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