El otoño ha entrado de golpe
tras un verano muy cálido. Desde la última decena de septiembre hasta ahora ha
habido muchas jornadas de lluvia, viento y pocos días soleados. Esto sumado al
maltrecho estado de las hojas, tras sufrir estrés hídrico y golpes de sol
durante el mes de agosto y buena parte de septiembre, ha provocado que se
adelante la caída otoñal.
Sobre los árboles que se
observan en Igeldo y Mungia podemos destacar algunas notas:
_ Cerezo: Adelantó mucho la maduración de los frutos
debido a las altas temperaturas de la primavera. En Mungia perdieron las hojas
muy pronto, comenzando a caer en agosto. Esto se debe a golpes de calor.
Actualmente en Igeldo apenas quedan hojas en los cerezos debido a los
temporales de viento y lluvia que han azotado la costa en las últimas semanas.
_ Manzano: Según el informe emitido por Fruitel y
Sagardoaren Lurraldea la producción ha sido menor que la del año pasado. Hay
que tener en cuenta que estos frutales alternan años de mucha cosecha con otros
de menos. La maduración se ha retrasado una semana y el calibre de los frutos
es menor debido al verano cálido y seco. Las horas frío fueron muy pocas lo que
provocó cuajados de frutos muy desiguales. La floración en algunos individuos
se prolongó bastante tiempo y las altas temperaturas han propiciado un alto
contenido en azúcar en los frutos. Debido también al calor y al estrés hídrico
muchos frutos cayeron al suelo y han sufrido bastante el ataque de carpocapsa.
_ La cosecha de uva en La Rioja Alavesa prometía ser
abundante y de buena calidad a principios de septiembre, pero las lluvias de
las últimas semanas han podido disminuir las expectativas.
_ En general no ha sido un buen año para las huertas que
han sufrido con la sequía y con el ataque de hongos y enfermedades.
Se observó a finales de septiembre un adelanto en el paso
de aves desde el norte de Europa, bandos de grandes cormoranes, garzas, alguna
avefría debido al mal tiempo en latitudes más altas.
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